Abejorro en problemas

Por Anthony King
Traducción Jose Montalva

B. dahlbomii. Fotografía Pablo Vial.

B. dahlbomii. Fotografía Pablo Vial.

Cuando los europeos llegaron a las Américas, ellos traían consigo el sarampión, la gripe y la varicela las cuales transmitieron a los nativos. Ahora la historia parece repetirse—en el mundo de las abejas.—La introducción de un abejorro Europeo a Sudamérica (y los parásitos que portaba consigo) podrían estar seriamente diezmando las poblaciones del «abejorro gigante» nativo, según reporto un grupo de científicos la semana pasada en Biological invasions. 
Las reinas del espectacular abejorro gigante de Sudamérica, Bombus dahlbomii probablemente sean las de mayor tamaño en el mundo. B. dahlbomii alguna vez se distribuyo por kilómetros a través de la Patagonia, el mas frío y austral lugar de Sudamérica, donde era la única especie de abejorro. Pero lo que alguna vez fueron grandes poblaciones de este abejorro se han visto abruptamente afectadas en los últimos años.
El sospechoso principal es el recientemente llegado abejorro Europeo B. terrestris, el cual fue introducido en Chile en 1997 con el propósito de polinizar plantas de importancia agrícola. Posteriormente el abejorro escapo de los invernaderos hacia las áreas silvestres; investigadores registraron los primeros avistamientos de este abejorro en la Patagonia en 2006 concordando con el principio de los declives poblacionales del abejorro nativo en el área.
Científicos sospechan que el nexo entre estos dos eventos, podría ser un mortal parásito unicelular que llego a la Patagonia traído por el abejorro Europeo. En este nuevo estudio, se identifico al parásito como Apicystis bombii, el cual fue encontrado en tres especies de abejorros en la Patagonia (B. dahlbomii y las dos especies introducidas B. terrestris y B. ruderatus). Estos parásitos causan estragos en las abejas, comenzando como una infección intestinal que paulatinamente se va propagando a otras partes del cuerpo. Los efectos mas notorios son cambios en la conducta de los individuos, mayor tasa de mortalidad de obreras y dificultad en la formación de nuevas colonias.
«Existe evidencia de que este parásito se introdujo vía B. terrestris a la región y se a dispersado a otras especies,» dice Mariana Arbetman autor principal del estudio y Ph. D. candidate de la Universidad Nacional de Río Negro en Argentina.
El arribo de este parásito es relativamente nuevo: En el estudio, Arbetman y colaboradores observaron muestras depositadas en museos del abejorro nativo como también de B. ruderatus (B. ruderatus arribo por primera vez a Sudamérica a principios de la década del 80), pero los investigadores no pudieron encontrar rastros de ADN del parásito en las muestras de las colecciones.
En las poblaciones naturales de Europa el parásito es poco frecuente, se le suele encontrar entre un 1% y 8% de los abejorros. Sin embargo en los abejorros Europeos asilvestrados en la Patagonia es sorpresivamente común (casi la mitad de los abejorros europeos estaban infectados tanto así como el abejorro nativo).
«Nosotros no estamos diciendo que las poblaciones de abejorros están declinando solo debido a la presencia del parásito,» dice Carolina Morales co-autor del trabajo y miembro del Consejo Nacional de Investigaciones científicas y técnicas de Argentina. Por ejemplo, la competencia por recursos con las abejas Europeas también podrían ser responsables. Sin embargo, la velocidad en que el abejorro ha declinado sugiere que el parásito es el mayor factor (y las otras especies nativas de abejorros al norte de la Patagonia podrían estar en riesgo).
En efecto, «el abejorro gigante parece haber desaparecido en el 80% de su distribución natural», esto en palabras del biólogo David Goulson de la Universidad de Stirling, Reino Unido. «Yo fui a principios de este ano y por mas que busque, no pude colectar ni un solo ejemplar.» Una pelea por alimento o territorio por si sola no seria capaz de diezmar al abejorro gigante. » El abejorro nativo tiene lengua larga y tiende a visitar flores tubulares mientras que B. terrestris posee lengua corta por lo que no puede alcanzar los nectarios de las flores tubulares, entonces no debería haber competencia. La única explicación plausible es que B. terrestris llego portando algún tipo de enfermedad y esa parece ser la mejor hipótesis»
Goulson predice que la especie de abejorro gigante podría estar extinta en unos pocos anos—y agrega que esto podría tener amplias implicancias ecológicas, ya que muchas plantas silvestres de los Andes perderían a su principal polinizador.» Es extremadamente frustrante para personas como yo que estamos tratando de conservar y algunos idiotas pueden hacer tanto dano trayendo una especie exótica.»
Aun no existe la certeza de que los abejorros Europeos sean los primeros responsables de traer este particular parásito a Sudamérica—o mas aun si es que A. bombi es el único parásito involucrado.» Existe evidencia correlacionada que sugiere que los abejorros introducidos pudieron haber traído el parásito  e incrementado su número posterior a la llegada, pero esta no es evidencia causal. No es una pistola humeante,» dice Mark Brown Biólogo evolutivo del Royal Holloway, de la Universidad de Londres. » Creo que ellos no pudieron determinar si es que el parásito estaba allí en los abejorros nativos antes de la llegada de los abejorros exóticos, porque el tamaño de las muestras no era lo suficientemente grande para hacer eso (el pequeño tamaño de las muestras según los investigadores Argentinos se debió a la dificultad de encontrar B. dahlbomii vivos). Ademas, Brown dice, » si es que este parásito fue introducido a las abejas nativas por abejas comerciales existe la alta probabilidad de que otros parásitos hayan ingresado al mismo tiempo.»
Morales, sin embargo, dice que este estudio da luces de una historia aterradora. Muchas companias exportan especies de abejorros, enviándolos alrededor del mundo para polinizar cultivos tales como el tomate. Esta investigación, ella dice, pinta un cuadro de lo que podría pasar si es que abejorros infectados ingresan a lugares mas diversos como China y Nepal—esto asumiendo que el parásito es perjudicial para sus abejas.

http://news.sciencemag.org/sciencenow/2012/09/plight-of-the-bumblebee.html#disqus_thread

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